La única forma de encontrar los límites de lo que es posible para ti es yendo más allá de lo que hoy consideras imposible.
Jessica Calderón
Mientras iba en el avión hacia West Palm Beach, Florida, sentía que se me salía el corazón del pecho y que me iba a dar un ataque de nervios. En febrero del 2011 había entrado a una certificación internacional para convertirme en conferencista profesional. Parte del proceso era ir al evento de graduación, donde debía dar una conferencia de cinco minutos en inglés.
A esa altura yo ya tenía trece años de experiencia hablando en público, así que dar una conferencia de cinco minutos era para mí como “quitarle un dulce a un niño”. ¡Pero hacerla en inglés era otra historia!
Verás, yo estudié inglés hasta quinto año de primaria, luego me pasaron a una escuela de español. Como yo pensaba que sabía inglés, seguí leyendo, viendo películas y escuchando música en este idioma, pero nunca lo hablaba, por lo que me faltaba agilidad, vocabulario y pronunciación. Estoy segura de que me habría defendido bien pidiendo comida en un restaurante, o comprando en una tienda, pero de eso a dar un discurso había kilómetros de distancia.
Cómo yo realmente anhelaba ser conferencista, quería estudiar con los mejores del mundo. ¡En esta ocasión iba a conocer a John Maxwell, el famoso autor! Así que pasé esos meses desde febrero a julio preparándome para el evento, sin pensar mucho en esta conferencia.
Y es que yo tengo una filosofía para cuando realmente quiero hacer algo, pero sé que me dará miedo. Mi filosofía es: ¡Primero digo que sí y luego pienso! Esto significa que acepto sin pensarlo mucho, porque sé que si me pongo a pensar es muy probable que diga que no, y que luego me arrepienta de haberme acobardado.
Llegué al evento muy angustiada, pero ya era muy tarde para huir. El discurso era en el segundo día y yo me imaginaba haciendo el ridículo, sentía que iban a “descubrir” que en realidad no sabía inglés y pensaba que no me iban a entender por mi acento.
Pero justo antes de dar mi pequeño discurso, decidí hacer algo fuera de lo común y ponerle un toque divertido, así que empecé hablando en español. Recuerdo la cara de susto de todos, pues nadie hablaba español. Entonces les dije “just kidding” (son bromas), todos se rieron y yo, mucho más tranquila, seguí con mi discurso en inglés.
Qué estás haciendo para crecer
¿Te ha pasado algo así? ¿Qué haces cuando tienes que dar un paso fuera de tu zona de comodidad que te ayudará a crecer en tu liderazgo o cumplir una meta importante?
Hace poco compartía con un grupo de 400 líderes de un banco, que el autoliderazgo es la base de un liderazgo sólido, porque solo cuando aprendemos a liderarnos a nosotros mismos, podremos liderar efectivamente a otros.
Parte de aprender a autoliderarte es:
- Estar dispuesto a romper tus límites.
- Desafiarte a ti mismo para crecer.
- Colocarte intencionalmente en ambientes que te lleven a otro nivel.
- Exponerte a situaciones desconocidas que te obliguen a usar nuevas habilidades.
- Enfrentar y superar tus miedos.
- Exponerte a fracasar o hacer el ridículo con tal de aprender.
Desde luego que no fácil confrontarse a uno mismo para crecer. Es mucho mejor quedarse en lo conocido y seguro. Pero cuando prefieres quedarte en la comodidad, lo que sí está garantizado es que tu crecimiento se estancará.
Pero, cuando te atreves a dar el paso, tu vida se abre a nuevas oportunidades. Dar este pequeño discurso de cinco minutos eventualmente me abrió muchas puertas. Algunos años más tarde presenté a John Maxwell en ese escenario internacional, fui maestra invitada en los programas de inglés, polaco, francés y rumano, me convertí en presidente de la rama latina, me contrataron como miembro del equipo administrativo, teniendo que trabajar con líderes de todo el mundo. Todo esto habría sido imposible si no hubiera superado la barrera del inglés.
¿Qué te está deteniendo de ser el líder que naciste para ser? Aunque no te conozco en persona, puedo asegúrate que hay grandeza en ti. Hay talento, potencial, creatividad y capacidad. Pero tu mismo debes tomar la decisión de crecer y brillar.
Si sabes que en el pasado te has estancado y que has decidido quedarte en lo cómodo, pero hoy quieres romper ese límite que te detiene, quiero compartir contigo algunas estrategias que te ayudarán a avanzar.
Cinco acciones para crecer al siguiente nivel de liderazgo
- Crea una imagen del líder que naciste para ser. Toma un tiempo para identificar el líder que tienes potencial de ser. Describe este líder en una hoja y léelo todos los días hasta que esta imagen se quede fija en tu mente. Tener claridad de quien quieres ser te ayudará a encontrar las experiencias que te ayuden a convertirte en esta persona.
- Colócate en ambientes que te impulsen a crecer. Busca intencionalmente acciones que te saquen de la zona de comodidad y que estén alineadas a tu ruta de crecimiento. Colócate en estos ambientes, aunque al principio te parezca difícil.
- Da el paso sin pensarlo mucho. Cuando encuentres una oportunidad de crecimiento, haz el hábito de decir SÍ y luego pensar. Así aprovecharás más oportunidades sin que tus propias barreras te detengan.
- Rodéate de águilas. Los líderes están acostumbrados a crecer. Si quieres desarrollar tu liderazgo debes rodearte de líderes que te estiren y que te guíen con su ejemplo. Pero esto no es fácil, porque los líderes solo vuelan con águilas, así que, si quieres estar rodeados de líderes, debes crecer para estar a su altura.
- Reconoce y honra tu grandeza interior. Ya tienes en ti talento, capacidades, habilidades y potencial. Honra estos talentos y capacidades al abrir tu mente a nuevas experiencias que te ayuden a crecer.
Ahora que veo hacia atrás, recuerdo toda la angustia que pasé en ese avión y en los momentos antes de la conferencia, y no puedo menos que preguntarme ¿Qué habría pasado si hubiera desistido de la certificación por la barrera del idioma? Simplemente no estaría hoy compartiendo contigo.
Hazte a ti mismo esta pregunta cada vez que te encuentres ante una oportunidad crecimiento: ¿Qué pasará si me atrevo a hacerlo? ¿A dónde me llevará este crecimiento?
John Maxwell siempre nos decía que debíamos decidir ser el pez pequeño en el lago grande, en lugar de ser el pez grande del lago pequeño. Te invito a tomar esta decisión. No es fácil, pero vale la pena, porque tú naciste para brillar, y puedes hacerlo cuando te acostumbras a estirarte y crecer.
Autocoaching
- Toma un tiempo para reflexionar en cuantas experiencias te han colocado en un ambiente de crecimiento en el último año.
- ¿Qué has detectado? ¿Estás creciendo o te estás estancando?
- Crea un plan de crecimiento en base a esta respuesta.
Tu coach,
Jessica Calderón