Estamos iniciando un nuevo año, hemos definido una gran visión y nos hemos puesto metas que nos lleven a esta visión. Ahora la pregunta es, ¿Y cómo me mantengo enfocado en el día a día?
Lo difícil no es definir tu visión y crear un plan de metas, lo verdaderamente difícil es mantenerte constantemente comprometido con el proceso.
Qué se requiere para construir tu visión
Construir tu visión y lograr tus metas requiere lo mejor de ti porque la visión se construye día a día, con pequeñas acciones diarias, en ese momento en que nadie te ve y donde no hay celebración porque aún no vienen los resultados.
Para construir tu visión debes estar preparado mental, emocional y espiritualmente. Debes convertirte en tu mejor aliado para el éxito, tu mejor motivador y tu mejor coach.
Por eso hoy quiero compartirte algo que aprendí hace algunos años y que poco a poco ha dado un giro en mi vida, y es mi rutina de la mañana. Cada acción que realizas desde el momento en que abres tus ojos sentará el tono del resto de tu día.
Hace años me di cuenta que si hacía ciertas cosas en la mañana, mi día iba mejor. En ese momento no sabía, pero estaba creando una rutina de éxito que preparaba mi mente para lograr mis metas. Esta rutina se convirtió en una parte importante de mi vida y me ha servido no solo para lograr mis metas, sino para levantarme después de fracasos y mantenerme optimista en medio de grades problemas.
Hoy te compartiré mi “Rutina de Éxito” para que tomes algunas ideas. Considera que más que decirte que sigas mi rutina, quiero invitarte a crear tu propia “Rutina de Éxito”, porque cada persona es diferente, y tu puedes ajustar tu rutina a tus costumbres y necesidades.