Definir metas es el primer paso para convertir lo invisible en visible.

Tony Robbins.

Sabes que hay una gran diferencia entre las personas exitosas y seguras y el resto del mundo. Las personas exitosas saben lo que quieren, y por lo tanto se enfocan en definir sus metas en base a lo que quieren, no en lo que no quieren.

La mayoría de las personas, por el contrario, piensa en términos de lo que no quiere, por ejemplo:

  1. No quiero estar pasada de peso.
  2. No quiero tener deudas.
  3. No quiero fracasar en este proyecto en la empresa.
  4. No quiero verme mal en mi trabajo.

Si te pones a pensar, ninguna de estas expresiones te lleva a algo específico. Por ejemplo: “No quiero tener deudas” no dice lo que quieres, solo indica que no quieres tener deudas.

El problema es que cuando te expresas desde lo que no quieres, en realidad no estás definiendo una meta, simplemente estás haciendo ver algo que no quieres. Entonces tu mente entiende que no debe hacer nada y se queda como está.

Esta forma de pensar está enfocada en el obstáculo, por lo tanto te limitará, en lugar de moverte hacia adelante.

Por otro lado, si piensas desde lo que quieres, tu mente recibe instrucciones precisas y puede llevarte a lograr tus metas.

Usando los mismos ejemplos, nota la diferencia:

  1. Quiero tener un peso saludable de X libras.
  2. Quiero estar libre financieramente con todas mis cuentas solventes.
  3. Quiero tener éxito en este proyecto.
  4. Quiero presentarme en mi trabajo con seguridad y confianza.

Cuando defines con claridad lo que quieres, implícitamente comprendes que habrá obstáculos, pero tu mente ya está clara y enfocada en lo que quieres lograr, por lo que estará más preparada para superar estos obstáculos. Y eso te llevará a tener mayores probabilidades de lograr la meta.

Por ello hoy te comparto cuatro acciones puntuales que te ayudarán a entrenar tu mente para lograr lo que quieres.

Cuatro acciones para entrenar a tu mente a pensar desde lo que quieres

  1. Toma consciencia de tu lenguaje. A través de nuestro lenguaje manifestamos nuestros pensamientos, por ello debes empezar a tomar consciencia de cómo te expresas regularmente. Como es difícil darte cuenta de cómo hablas, pide ayuda a una persona de confianza que te escuche y te diga si te estás expresando en positivo o negativo. Haz también la prueba de escribir tus metas y analiza si te expresas desde lo que quieres o desde lo que no quieres. A medida que tomes consciencia te irá siendo más fácil hacer los cambios.
  2. Ten cuidado con los hábitos negativos: Hay dos hábitos negativos muy debilitantes: El quejarse y el rumiar. Si eres de los que continuamente se quejan puedes estar atrapado en un círculo de negatividad adictivo, que te hace sentir bien en el momento, pero al final te quita poder porque te pone en una posición de víctima. El rumiar es el hábito de repetirte una y otra vez el mismo pensamiento, especialmente uno negativo. Rumiar te desgasta, te llena de ansiedad y te cansa. Aprende a detectar cuando estás rumiando en lo negativo y déjalo ir. 
  3. Entrénate a expresarte en positivo: Aprende a expresare en positivo, enfocándote siempre en lo que quieres, no en lo que no quieres. Hazlo parte de tu día a día.
  4. Date permiso de pensar desde tus posibilidades, no desde tus limitaciones. Una de las razones por las que pensamos desde lo que no queremos, es porque hemos cerrado nuestra mente a pensar que sí es posible lograr las metas que nos hemos propuesto. Date permiso a pensar en que es posible lograr tus metas, aunque hoy no sepas cómo, porque al hacerlo, abrirás tu mente a nuevas posibilidades.

Recuerda que tu eres el dueño de tu mente, no al revés. Aprende a entrenarla para lograr lo que quieres, en lugar de permanecer atado al piloto automático que te dice todo lo que no puedes hacer.

Autocoaching:

  1. Toma consciencia de cómo expresas tus metas y analiza qué cambios debes hacer en forma inmediata.

Tu coach

Jessica Calderón