Una de nuestras mayores debilidades es la falta de confianza en nosotros mismos. Una de nuestras fallas más comunes, es depreciar nuestro tremendo valor.
–L. Tom Perry.
Aunque no lo creas, el síndrome del impostor es muy común en entre los líderes, tanto así que incluso famosos empresarios, actores, escritores y personalidades lo padecen.
Howard Schultz, quien fuera el CEO de Starbucks dijo: “Muy pocas personas, ya sea que hayan estado en ese trabajo antes o no, se sientan en el asiento y creen hoy que ahora están calificados para ser el CEO. No te van a decir eso, pero es verdad”.
Según Wikipedia, el síndrome del impostor es “la persistente incapacidad de creerse merecedor del éxito que se ha obtenido o de que este éxito se ha ganado legítimamente como resultado de las habilidades y esfuerzos propios”.
Los líderes que padecen del síndrome de impostor son exitosos, capaces, habilidosos y sus resultados están generalmente arriba del promedio. Pero “no se la creen”. Se sienten impostores en sus posiciones y dudan de sí mismos a pesar de su educación, experiencia y logros. Y para superar este sentimiento, se esfuerzan mucho más y se exigen aun mejores resultados.
¿Qué hay atrás del síndrome del impostor?
Atrás de un líder con síndrome de impostor, lo que hay es inseguridad, disfrazada de logros. Si hoy estás viviendo una autoexigencia exagerada, ansiedad, perfeccionismo y estrés, es muy probable que estés atrapado en el síndrome del impostor. Si es así, te aseguro que estás pagando un precio alto en tu desempeño, en tu salud, en tus relaciones y principalmente en tu liderazgo.
Lo peor del síndrome del impostor es que quien lo padece queda atrapado en un círculo vicioso del cual no sabe cómo salir, y no se busca ayuda, por miedo a que descubran que es… un impostor. ¿ves el problema?
¿Qué puedes hacer si has quedado atrapado en este síndrome?
Quieres que te confiese un secreto: He dado conferencias y teleconferencias a audiencias de toda Latinoamérica, Norteamérica y grandes partes de Europa. Dos veces he presentado a John Maxwell en el escenario. Por muchos años fui la cara de mercadeo de la organización de coaches y líderes de John Maxwell en Latinoamérica.
He dado conferencias antes CEOs, empresarios y audiencias muy exigentes. Una vez iba caminando por un pasillo cuando se me acerco un señor y me agradeció efusivamente por una clase de coaching que había impartido hacía unos meses. ¡Este señor es coach de la NASA y me estaba dando gracias a mí!
Y hasta hace unos pocos años aun no podía creer que era buena conferencista y maestra. Más bien pensaba que había tenido suerte y me había colado a algunos de estos eventos.
Sabes, el síndrome del impostor era tan grande en mi que una vez el primer presidente y fundador del John Maxwell Team, Paul Martinelli, me dijo que yo era una excelente conferencista, y que se sentía honrado de ser mi mentor. Yo le agradecí, le creí por cinco minutos y luego pensé: “Él es muy educado, por eso me dice esto”.
El problema del síndrome del impostor es que comienza en tu cabeza y no sale de allí hasta que lo saques.
Entonces ¿cómo vencer el síndrome del impostor?
Desde luego trabajar este tema requiere un proceso, pero te voy a compartir cinco puntos donde puedes comenzar a trabajar:
- Aprende a cuestionar tus pensamientos: No todo lo que dice tu mente es verdad. Tu has entrenado a tu mente para que te proteja y te repita pensamientos que son cómodos para ti, aunque no sean beneficiosos. Si estás teniendo éxito, pero tu mente dice que no, toma un lápiz y un papel, y escribe estos pensamientos. Analízalos y determina qué tan ciertos son. Comienza a cuestionar tus propios pensamientos, hasta llegar a nuevas verdades.
- Controla tu auto plática: Comprende que también has entrenado a tu mente para que te mantenga atrapado en una auto plática negativa. Cada vez que te escuches a ti mismo reprochándote o acusándote nuevamente, debes parar a tu mente en seco y aclararle que este no eres tú y déjale muy en claro la persona que eres. Sí, suena extraño, pero debes hacerlo porque necesitas entrenar tu mente para tener una auto plática positiva y sana.
- Deja la comparación: Este es uno de los peores malos hábitos que puede adquirir un líder. Acepta que eres valioso(a) en tu propia forma de ser. Respeta tu valor, evitando compararte con otros. Si te afectan las redes sociales, ciérralas. Recuerda que no puedes comparar toda tu vida, contra unos pocos buenos momentos de la vida de otra persona.
- Aprende a aceptar los elogios: ¡Deja ya de disminuir tus logros! Cuando alguien te felicite, aprende a decir: “Gracias por notarlo”. Aprender a aceptar los elogios comenzará a abrir tu mente a la posibilidad de que sí tienes algo bueno y especial que ofrecer.
- Enfócate en ayudar a otros: Aunque no lo creas, quitarte del centro de atención será muy beneficioso para ti. Ayuda a jóvenes líderes que están en crecimiento. Al ver como tu confianza en ellos les ayuda a crecer, comenzarás a comprender que tú también eres un ser humano en crecimiento.
¿Hasta cuando serás esclavo del síndrome del impostor?
Después de muchos años comencé a darme la oportunidad de creer que verdaderamente era una buena conferencista. Ahora amo dar conferencias y estoy en un nivel que no había tenido antes, porque ya no estoy peleando contra mi misma.
Hay un gran líder en ti esperando a liderar con la libertad de la autoconfianza. Hoy es el mejor día para decir adiós al síndrome del impostor y liberarte de la inseguridad.
Pregunta por nuestro programa de coaching Líderes que Transforman, para líderes ejecutivos y empresarios que quieren liderar con seguridad y confianza.
Tu coach
Jessica Calderón