Vivimos en un mundo de alto estrés y mucho ruido. Nuestra mente ahora enfrenta estímulos continuos, como notificaciones de celular, redes sociales, correos, etc. Todo esto nos provoca cansancio, falta de concentración y poca efectividad.

Por eso debemos aprender a parar y darle un descanso a la mente. Si realmente quieres tener un liderazgo de impacto, tu mente debe estar en su mejor momento. Así como cuidas tu cuerpo, debes aprender a cuidar tu mente.