- Este cliente tenía deudas impagables y las logro pagar en un año.
- Este cliente había tenido varias empresas, pero no había logrado el éxito y ahora lleva más de 3 años con una empresa floreciente.
- Este cliente que no era un buen líder y que ahora es uno de los líderes más destacados de su organización.
- Este cliente que paso de no poder dejar su trabajo de turno nocturno, a crear una empresa exitosa y armar un equipo de más de 20 personas.
¿Qué tienen en común estás personas? A través del tiempo que trabajé con ellos les ayudé a pensar más allá de sus circunstancias limitantes y a enfocarse en lo que querían lograr, no en lo que no querían o en lo que los estaba deteniendo.
Pensar más allá de lo aparente es aprender a verte desde tu potencial, desde tus posibilidades y desde tus aspiraciones, en lugar de verte desde sus resultados actuales. Es aprender a pensar al revés.
En un mundo causal (causa-efecto), todo resultado tiene su origen en una causa, por lo que cuando cambiamos las causas, evidentemente tienen que cambiar los efectos.
[pullquote]Tú no eres tus resultados tú eres tú, con todo tu potencial, y tus resultados son el reflejo de tus acciones actuales.[/pullquote]
Tú no eres tus resultados, tú eres tú, con todo tu potencial, y tus resultados son el reflejo de tus acciones actuales. Pero si amplias tu comprensión de las cosas y comienzas a pensar diferente, y, por ende, a actuar diferente, tus resultados forzosamente deben cambiar.
Tus circunstancias no son tu realidad absoluta. Son una situación que puede ser temporal en la medida que trabajes por salir de ella. En la vida real, el común de las personas se enfoca en lo que ven, no en lo que pueden ser.
Puede ser que hoy tengas deudas que consideres impagable, pero eso no significa que nunca vayas a salir de ellas. Tu puedes cambiar tus hábitos financieros y esto te llevará indudablemente a una mejor situación financiera.
Así que un paso seguro para tu éxito es que aprendas a pensar más allá de tus circunstancias limitantes.
Pero, ¿qué puedes hacer para no caer en la trampa de ver tus circunstancias y desanimarte o peor aún, darte por vencido?
- Define con claridad a dónde quieres llegar. Define una visión e identifica tus metas.
- Para el mal hábito contemplar tus circunstancias negativas. Algunos malos hábitos que no te ayudan es quejarte, sentirte triste o verte como una víctima.
- Enfoca tu mente en lo que quieres, no en lo que no quieres. Inicia el buen hábito de contemplar lo que quieres lograr. Piensa cómo te sentirás al estar libre de deudas, al tener tu título en tu mano, al tener las llaves de la casa, al ascender en el trabajo.
- Cuida tu mente y aléjate de lo negativo. El ver lo negativo te desgasta y te roba la energía que ocupas para crear lo que si quieres. Aléjate de personas quejosas, de noticias desalentadoras, de personas que te disminuyen. Guarda tus metas para ti y trabaja en ellas.
Y recuerda, vale la pena aprender una nueva forma de pensar, porque es tu mentalidad la que te llevará al éxito en lo que emprendas.
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